EL fuerte viento azoto San Juan, Dr. Arnobio Germán Poblete, investigador y docente
Tal como estaba pronosticado las fuertes ráfagas de viento Sur comenzaron a soplar en la provincia, alrededor de las 19. Mirá.
Tal como estaba pronosticado, luego de un miércoles muy caluroso, el viento Sur llegó a San Juan y ocasionó un caos. Ramas y postes de luz caídos, además de los consiguientes cortes de energía eléctrica y de Internet.
Los primeros departamentos en sentir las consecuencias del clima fueron Sarmiento y Pocito, justamente los ubicados al Sur de la provincia. Sin embargo, en cuestión de minutos las fuertes ráfagas llegaron a Capital y a resto de los departamentos del Gran San Juan.
Los diques sin agua suficiente, las destructivas precipitaciones de verano, con granizo y aluviones, en los oasis de regadío del Valle de Tulum, Ullum-Zonda, Jáchal-Huaco, y la descomunal “ola de calor” de enero de 2010, entornada por gélidos inviernos; ha reforzado en la sociedad sanjuanina la necesidad urgente de entender el porqué de dichos eventos extremos, la probabilidad de su continuidad en el futuro y si están relacionadas con el llamado Cambio Climático Global (CCG).
Los registros de los grandes centros mundiales que investigan el clima indican que la temperatura global media del aire en superficie se incrementó aproximadamente entre 0,4-0,8 °C durante el siglo XX (CG, calentamiento global), lo que es avalado por una gran variedad de pruebas de sus efectos. La preocupación actual radica en saber si las actividades humanas están aumentando estos efectos. Contrariamente a lo que indica el IPCC (sigla en inglés de Panel Intergobernamental sobre el Cambio Climático), hay muchos investigadores que refutan ese origen humano del calentamiento y postulan hipótesis basadas en factores naturales tales como la actividad solar y vulcanismo, entre otros.
Como dije, el calentamiento en San Juan se manifiesta más claramente en la temporada estival, verificado por al aumento significativo de las temperaturas mínimas, por lo que su origen podría deberse a una mayor frecuencia de visitas de masas de aire de origen tropical -cálidas y húmedas- las que, a su vez, posibilitarían la formación de la nubosidad que aminora el acrecentamiento de las máximas y el aumento de la sensación térmica. Lo que resulta compatible con el proceso de “tropicalización” del centro de Argentina.
