Argentina , San juan deja de ser una realidad Viable para la distribución de la Riqueza.

Mientras en el Congreso de la Nación se debate arduamente los alcances y condiciones del refinanciamiento de la deuda argentina, el modelo político sigue siendo cada vez mas inviable.
Nota de Opinión de Matías N. Castro (*)

Argentina y en especial nuestra provincia de San Juan hace tiempo dejó de ser una realidad viable tanto en su distribución de la riqueza como así también su rumbo y modelo económico. Durante varios años se planteo la conformación de un esquema político de administración pública orientado en la palabra que mejor lo define; “SUSTENTABLE“. Este adjetivo es usado todo el tiempo en los municipios, en la misma Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, en miles de folletos, maestrías de la Universidad Nacional de San Juan, de la Universidad Católica de Cuyo, cursos en gremios, fundaciones y sobre todo discursos políticos con cuanta palabra se pueda anteponer al término.

Sustentable, el término equivocado.

Según la definición mas aceptada, “sustentable” es básicamente dar sustento o sustentar algo. Es un término ampliamente usado en la actualidad y erróneamente usado también. Cuando la política y sus dirigentes actuales hablan con gran énfasis en sus proyectos y describen que estos son “sustentables”, lo hacen pensando en dar respuesta a la demanda de una gran parte de la sociedad, sobre todo jóvenes que demandan altas expectativas de un cuidado ambiental, una economía sólida y una sociedad mas justa. Lamentablemente nada mas lejos de ello. Cuando hablan de “sustentable” realmente se refieren al termino, porque es simple lo propuesto, sustento inmediato a corto plazo.

En Argentina, 4 de cada 10 personas son pobres. Una de cada diez es indigente. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), correspondientes al primer semestre de 2021. Fuente ambito.com

Los proyectos políticos hoy dan sustentabilidad inmediata a todo lo que hacen, extrayendo o designando recursos en el momento según la demanda, según el ánimo de la gente o bien sin ningún “según” , enteramente a discreción. Hoy vemos entregas de barrios completos sin ninguna planificación, sin plazas o sin tener en cuenta escuelas y centros de salud, buscando ese sustento inmediato a la falta atroz de vivienda. Vemos como se timonea constantemente la economía, los precios y subsidios energéticos, buscando el sustento inmediato de contener el dólar o la inflación. O bien como los planes sociales se han transformado en la única estrategia de los gobiernos para afrontar la pobreza.

Cada política aplicada es sustento de lo inmediato, de las necesidades de hoy, de las demandas del ahora. Del futuro bien gracias.

Si vamos al plano de la educación o de la salud pública el panorama es mas “sustentable” todavía, es un eterno hoy y mañana vemos, la mítica frase “pan para hoy hambre para mañana“. Cada política aplicada es sustento de lo inmediato, de las necesidades de hoy, de las demandas del ahora. Del futuro bien gracias.

Los municipios entregando palos y nylon como medida inmediata a damnificados del terremotos de San Juan en el 2021. Fuente propia.
Elegir bien el término, sostenibilidad.

Ahora cabe bien preguntarse que termino deberíamos acoger para diseñar un proyecto político que atienda lo inmediato pero evolucione en el tiempo, prestando atención al futuro. Bueno la palabra elegida se formalizó por primera vez en el documento conocido como el Informe Brundtland de 1987, denominado así por la primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland, fruto de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada durante la Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Les presento a la frase ganadora por goleada, la madre de todo discurso; DESARROLLO SOSTENIBLE.

Parecen sinónimos, pero no lo son:

Sustentable = sustento, inmediato, sin medirlo mucho, ahora , para calmar.

Sostenible = una situación de sociedad donde las condiciones de vida y los recursos se utilizan para continuar satisfaciendo las necesidades humanas sin socavar la integridad y la estabilidad del sistema

El desarrollo sostenible atiende las necesidades actuales pero abre el pensamiento, en como mejorar esas acciones, hacerlas sostenibles en el tiempo y lograr mejores resultados a largo plazo. Bajo esta mirada todo plan social (sustento) debería migrar cuanto antes en trabajo digno, en cooperativismo o asociativismo o bien al sector privado (sostenible). Todo plan de salud pública debería atender las urgencias pero siempre visualizando la prevención y el ambiente. Los sistemas educativos debería dejar de ser paliativos y pasar al plano de la estrategia a futuro, ¿Qué queremos hacer con nuestros niños y niñas en el tiempo, cuando ya sean adultos?. Cuestionarse los escenarios del futuro y accionar en el presente da cierto margen de planificación. Cuando la clase dirigente entienda que debe hacer “política de lo sostenible”, siempre pensando en cómo sus acciones marcaran el futuro y que recursos dispondrán las generaciones venideras, saldremos del cortoplacismo en el que llevamos años inmersos.

El desarrollo sostenible atiende las necesidades actuales pero abre el pensamiento, en como mejorar esas acciones, hacerlas sostenibles en el tiempo y lograr mejores resultados a largo plazo.

Solucionar la pobreza no es buscar el sustento inmediato para calmar el hambre durante años, es mas bien generar fuentes de riqueza y trabajo que dignifiquen a las personas. Desarrollar proyectos sostenibles en el tiempo es la clave para salir del mal que nos aflige hoy en nuestra provincia y nuestro pías.

Propongo entonces dejar la palabra sustentable de lado y empezar a hablar de SOSTENIBILIDAD.
(*) Matías N. Castro es director del Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO), Gestor & Consultor Ambiental y Secretario General del Partido Socialista de San Juan.

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