Reforma electoral sanjuanina:¿ Un engaño a la ciudadanía?. Por Martín Zuleta, Abogado, Docente.
El oficialismo sanjuanino avanzó en el mes de diciembre pasado con una reforma integral de la ley electoral atentando contra la calidad institucional y poniendo en evidencia la utilización facciosa de las instituciones de la democracia. Es claro que la nueva ley está pensada por el oficialismo para servir a la estrategia electoral del actual Gobernador, que consiste en avanzar con un desdoblamiento de las elecciones provinciales respecto de las nacionales en el 2023. Mediante el desdoblamiento, el “uñaquismo” busca un doble objetivo. Retener el gobierno provincial en cabeza del actual Gobernador, y proyectar a Sergio Uñac hacia la disputa nacional.
La estrategia provincial es la que posiblemente muestra más crudamente la extrema debilidad del oficialismo, ya que evidencia la ausencia de un sucesor que sea capaz de continuar el proyecto y retener el poder. El “giojismo”, con todos sus defectos, tuvo la capacidad política de heredar el poder a un Sergio Uñac hoy cuestionado por su padrino, mientras que el actual Gobernador se muestra encerrado en un proyecto personalista que se encamina decididamente hacia una re reelección que terminará seguramente judicializada, y que pondrá a prueba la calidad de las instituciones sanjuaninas y la independencia de los jueces que en su gran mayoría han sido designados a gusto y placer del gobierno uñaquista. La composición de la actual Corte de Justicia es prueba de ello.
Frente a la embestida judicial intentada por la oposición provincial para frenar la reforma electoral, el Gobernador manifestó que no comparte la judicialización de la política, obviando que el responsable de la judicialización y de conflictuar a las instituciones es el propio gobierno al avanzar, de una manera abiertamente inconstitucional, con una reforma no consensuada ni debatida y que no contempla las muchas demandas que la sociedad viene reclamando. La eliminación de las listas sábana y la boleta única son las principales demandas en este sentido y han brillado por su ausencia. Por otro lado, el argumento oficialista de que la reforma tiende a evitar que los sanjuaninos vayan más veces a las urnas es infantil. Desdoblar las elecciones hará que vayamos más veces a votar.
La eliminación de las PASO busca limitar el poder de acción de la oposición interna partidaria oficialista, y desarmar la estrategia opositora que, con Marcelo Orrego a la cabeza, ha demostrado una admirable apertura a posibilitar la participación política de distintos sectores que se sienten atraídos, por esa vocación democrática, a jugar en un frente que pueda poner a consideración de la sociedad distintas visiones en los diferentes distritos. En el caso de San Juan, no es cierto que las PASO no hayan funcionado. En las últimas elecciones provinciales le sirvieron a la oposición para dirimir contiendas en muchos distritos. Un caso testigo fue el Departamento de Chimbas donde el frente opositor presentó tres listas departamentales frente a una única lista oficialista. Lo mismo sucedió en Albardón, Caucete o Rawson donde la oposición puso a consideración del electorado distintas opciones demostrando una gran vocación democrática. También le sirvieron a la oposición interna partidaria que pudo retener el gobierno de Rawson, y al propio Uñac para lograr que su alfil Emilio Baistrocchi ganara en Capital.
No podemos pasar por alto que Uñac ya arremetió contra el sistema electoral. En las últimas elecciones provinciales, el oficialismo evitó internas en algunos Departamentos alimentando y apoyando la participación de sus aliados por fuera de su frente electoral financiando una pseudo tercera vía para debilitar a la oposición y para “limpiarse” algunos indeseados de sus propias filas. Iglesia y Angaco son ejemplos. Sus actuales Intendentes llegaron al gobierno apoyados por el propio uñaquismo pero por fuera del frente oficialista. Ni bien asumieron sus cargos se “encolumnaron”, sin ruborizarse, con el oficialismo provincial.
La actual estrategia de Uñac desempolva las bochornosas candidaturas testimoniales que impulsó Néstor Kirchner en las elecciones legislativas del 2009. En su momento Néstor las impulsó para traccionar los votos de gobernadores e intendentes que tenían un buen caudal electoral, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, y generaron mucha polémica. Aníbal Fernández, que en ese entonces era el Ministro de Justicia, defendió la idea sosteniendo que “quienes no estén de acuerdo con esta estrategia pueden elegir no votar por esos candidatos. Quienes sí voten por ellos -aún sabiendo que no ocuparán sus bancas- lo harán porque “comprenden el mensaje”. La diferencia de la estrategia “uñaquista” es que se pretende llevar a cabo sin explicitar a la ciudadanía las verdaderas intenciones del gobernador: Ocupar la presidencia o la vicepresidencia de la Nación.
En este sentido la reforma electoral es un engaño a la ciudadanía, ya que está diseñada al solo fin de servir a la estrategia electoral del oficialismo. Uñac pretende utilizar al electorado sanjuanino para la carrera presidencial que es su verdadera obsesión. Si su estrategia es exitosa veremos a Uñac en boletas provinciales en mayo o junio y luego en las boletas nacionales de agosto y octubre. Si la justicia convalida la reforma electoral habrá que mirar muy bien quién integre la fórmula como vicegobernador en el oficialismo.
La reforma electoral es sólo una herramienta hecha a la medida de la carrera presidencial de Uñac. Nadie puede desconocer que el Gobernador ha invertido cuantiosos recursos en su instalación nacional, priorizando políticas propagandísticas y descuidando las verdaderas necesidades de los sanjuaninos.
Pero a la vez la reforma es su talón de aquiles, ya que el engaño evidencia por un lado la falta de capacidad en instalar un heredero al poder provincial y por otro corroborar que Marcelo Orrego está más cerca que nunca, ya que se puede leer en la insistencia de re-reeleción que el único oficialista que puede contener el avance del “santaluceño” es Uñac. No hay más.
