Recuerdos del fútbol: El día que Carlovich bailó a la Selección Argentina

Selección de Rosario (Carlovich, parado, el segundo de derecha a izquierda).

En 1974, un combinado de ROSARIO venció a la Selección ARGENTINA por 3 a 1, en un amistoso previo al Mundial de Alemania ’74. El equipo sparring contó con cinco jugadores de Central (Biassutto, González, Mario Killer, Aimar y Kempes), cinco de Newell’s (Pavoni, Capurro, Zanabria, Robles y Obberti) y uno de Central Córdoba (Tomás Felipe Carlovich). El técnico fue Carlos Timoteo Griguol.

Cuentan los memoriosos que, al finalizar el primer tiempo, un allegado al conjunto albiceleste le pidió a Griguol que retire de la cancha a CARLOVICH, quien finalmente salió en el entretiempo. ¿El motivo de la súplica? El “Trinche”, una leyenda del fútbol del Interior, la estaba rompiendo. Bailó a los defensores de la Selección, posibilitando que el elenco rosarino se vaya al descanso 3 a 0 arriba.

Tomás Felipe “El Trinche” Carlovich nació en Rosario, provincia de Santa Fe, el 19 de abril de 1946. Envuelto en la leyenda, su figura alcanza proporciones mitológicas, al punto que figuras de la talla deDiego Maradona, José Pekerman, César Luis Menotti y Carlos Timoteo Griguol lo mencionan como uno de los mejores jugadores de la historia del del fútbol argentino.​

La prestigiosa revista deportiva El Gráfico lo describe así: “Tuvo su estilo: era un volante central elegante, virtuoso y algo displicente. De ritmo lento, pero de razonamiento inversamente proporcional a su andar. Carlovich es algo así como el máximo exponente del arco lírico del fútbol argentino”.

Se inició en las inferiores de Rosario Central y fue cedido brevemente a préstamo a Sporting de Bigand. Al volver debutó con el primer equipo en 1969, en un amistoso frente a Peñarol, en Montevideo. Luego jugó apenas un partido oficial, contra Los Andes. El técnico de ese entonces, Miguel Ignomiriello, no lo tenía entre sus preferidos -según el propio Carlovich-, quien pasó a Flandria, donde estuvo cuatro meses.

En 1972 se sumó al club que lo tendría como ídolo: Central Córdoba de Rosario. Ahí consiguió el título y el ascenso a Primera B en 1973. En el día de su debut hizo dos goles.

Ahí sembró en parte eso que lo representaba como jugador: la inconstancia –puede verse cuando uno hace el recorrido por la carrera de Carlovich– fue su rutina. Por caso, en Central Córdoba estuvo en cuatro etapas: 1972-1974, 1978, 1980-1983 y 1986, jugando nueve temporadas, y sumando 28 goles en 236 partidos.

Entre sus idas y vueltas de Central Córdoba, jugó además en Colón de Santa Fe, disputando apenas tres partidos, y de todos ellos se retiró lesionado, finalizando así su recorrido por la Primera División. Militó en el fútbol mendocino para Independiente Rivadavia, donde disputó la liga provincial (con el cual en 1979 le ganó al Inter de Italia 3:1, un amistoso que Carlovich recuerda como una de sus mejores actuaciones) y Deportivo Maipú. Además, en el año 1985, jugó en Newell´s Old Boys de Cañada de Gómez, entidad perteneciente a la Liga Cañadense de Fútbol.

Especialista en caños, una de sus jugadas características era el llamado “doble caño”, por el que hacía pasar la pelota entre las piernas del rival en dos momentos consecutivos, desairando dos veces al mismo jugador.

El hecho de que la difusión del fútbol de ascenso en ese entonces fuera tan pobre impidió que existieran registros fílmicos de su juego. Esta ausencia no hace más que magnificar su figura, rodeándola de una mitología particular. Entre esos mitos, uno afirma que el Trinche ostentaría el récord de la máxima cantidad de tiempo consecutivo con la pelota en su posesión, durante más de 10 minutos sin cesar. Siempre de acuerdo a la leyenda, dicha jugada habría finalizado con una brusca y violenta falta del número 3 rival que le valdría la expulsión del partido.

En otra ocasión, jugando para Central Córdoba, fue expulsado por el árbitro por un choque contra un defensor rival. Sin embargo, la reacción del público (que había acudido al partido fundamentalmente movido por el afán de verlo jugar) obligó al juez a rever su decisión, permitiendo que volviera a la cancha.

El partido de 1974

En su preparación para la Copa Mundial de Fútbol de 1974, la selección argentina decidió jugar un amistoso con un combinado de jugadores de clubes rosarinos: Cinco por Rosario Central, cinco por Newel’s Old Boys y Carlovich. Este equipo era un notable conjunto, integrado por nombres tales como que protagonizaron “la edad de oro” del fútbol rosarino y que hasta el día de hoy se recuerda como los mejores: Mario Kempes, Mario Zanabria, Carlos Aimar y Daniel Killer, entre otros.

Los rosarinos le dieron una lección a la Selección Argentina y al finalizar el primer tiempo ganaban 3:0 en cancha del parque Independencia. Tal fue el dominio local que en el entretiempo, el entrenador nacional Vladislao Cap le pidió a su par rosarino que saque a Carlovich. El “Trinche” había jugado el partido de su vida y el resultado final fue 3 a 1.

Fuente: Revista El Gráfico; Wikipedia

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