Efemérides: 7 de Abril de 1894, aparición del Diario La Vanguardia

El 7 de abril de hace 123 años era fundado el periódico de los socialistas argentinos por antonomasia: La Vanguardia. Dos años antes de la constitución oficial del Partido Socialista (1896) en tanto tal, un grupo de simpatizantes socialistas liderados por el médico cirujano Juan Bautista Justo fundaron un órgano de prensa que ha logrado perdurar –ahora en formato exclusivamente digital– hasta nuestros días.

La Vanguardia, cuyo resonante subtítulo original era “periódico socialista científico defensor de la clase trabajadora”, se constituyó en el órgano de prensa oficial del PS tras su fundación y sus páginas sirvieron de vehículo privilegiado para difundir las novedades que hacían a la vida partidaria, animar discusiones internas, dar a conocer sus posicionamientos, informar sobre distintos acontecimientos relevantes para los socialistas (huelgas, celebraciones, conmemoraciones), entre muchas otras cuestiones. La prensa partidaria era considerada un puntal fundamental en la estrategia política de los socialistas finiseculares de cara a sus potenciales adherentes: la clase obrera. De hecho el título de la publicación denotaba con claridad la concepción iluminista de la práctica política que tenían los socialistas y el prisma  “pedagógico” a partir del cual concebían su vinculación con la creciente clase trabajadora argentina. Esta perspectiva, ciertamente ingenua, fue analizada con precisión por José Aricó en La hipótesis de Justo.

De este modo, La Vanguardia se constituyó, al mismo tiempo, en un escenario para las discusiones en el seno del PS y, por otro lado, en un medio periodístico cuyo alcance trascendía –o al menos pretendía trascender- los límites del activismo partidario e interpelar a otros sectores ajenos a él. En cuanto a lo primero, es evidente la importancia del periódico para el partido con solo enumerar algunos de sus directores, figuras más que destacadas del socialismo argentino como Juan B. Justo, Américo Ghioldi, Alicia Moreau y, más acá en el tiempo, Guillermo Estévez Boero. Por otro lado, su impronta como artefacto cultural y medio periodístico fue estudiada en profundidad, al menos para sus primeros años, por el historiador Juan Buonuome.

Asimismo, el órgano de prensa del PS sufrió los avatares de la agitada política argentina y de la organización. Por ello, fue un flanco privilegiado de los embates de los adversarios políticos del PS, fue así que La Vanguardia sufríó clausuras, persecusiones, atentados y censuras en más de una oportunidad a lo largo de su historia. También las múltiples fracturas que sufrió el PS provocaron  que en algunos períodos de la historia convivieran varios periódicos bajo la misma denominación, pero, en muchos casos, defendiendo posiciones sensiblemente diferentes.

La vigencia de la publicación, desde cuyas páginas –ahora virtuales– estamos escribiendo, plantea un desafío enorme. Por un lado, continuar con la “marca” de una publicación emblemática con más de un siglo de vida; por el otro, innovar para darle una impronta diferente a partir de nuevos enfoques, nuevas perspectivas y nuevas formas, acordes a los tiempos que corren. A 123 años de su creación, La Vanguardia sigue adelante, de forma diferente pero con idénticas preocupaciones a las que le dieron origen.

Fuente: La Vanguardia Digital

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